
Hoy es el día más difícil de mi vida, hoy me está costando mucho. Ojalá siguieras aquí y me dieras un abrazo, porque lo necesito. Mi corazón no quiere que te vayas.
Hace menos de un día que te has ido y yo ya siento un vacío enorme dentro de mi...un vacío que siempre estará ahí y con el que me costará tantísimo seguir adelante. Pero bueno, tú me has enseñado a ser fuerte. Te diría tantas cosas abuela, recordaría tantos momentos... son 18 maravillosos años a tu lado, 18 años en los que has estado siempre. Pienso en ti y no puedo evitar llorar, aunque se que en un tiempo solo podré que sonreír y pensar en cosas bonitas. Quiero que sepas que igual que tú estabas orgullosa de tu familia: de tu marido, de tus dos hijos y de tus seis preciosos nietos, nosotros nos sentimos los más afortunados del mundo, al haber podido compartir estos años con la mejor persona que ha existido, y que sepas que siempre te vamos a recordar con una preciosa sonrisa en la boca. Siempre recordaremos tus comidas tan ricas, tu gran paciencia, tu tranquilidad, tu forma de cuidarnos, tus ánimos ...Siempre abuela. Nos costará seguir sin oírte, darte abrazos, nos costará seguir sin ti. Pero sabemos que estés donde estés, ahora estarás cuidándonos y acompañada de gente que te quiere tanto como nosotros y que también te necesita. Ahora te imagino sentada sonriéndonos al lado de tu hija Elena, de tus padres, tu hermana... y dándonos ánimos. Te imagino dándome la mano y diciéndome que no llore... pero me cuesta mucho abuela. Te prometo que cuidaré de toda la familia lo mejor que pueda, que les diré que no estén tristes, que tu ahora estas mejor, y que siempre estarás a nuestro lado en cada momento. Te queremos y siempre te querremos abuela. Gracias por hacer que seamos mejores personas, gracias por tu infinito amor. Gracias abuela, madre y esposa. Gracias.
Siempre en mi, siempre.
Ahí queda dicho